Según las virtudes capitales identificadas por Beauchamp y Childress (1997), parece que una de mis virtudes más destacadas podría ser el discernimiento. Esta virtud se refiere a la capacidad de tomar decisiones informadas y razonadas, evaluando cuidadosamente las situaciones complejas y considerando las implicaciones morales de tus acciones. Mi enfoque en tomar decisiones con cabeza fría y mi naturaleza estudiosa son indicativos de un fuerte sentido de discernimiento.
Por otro lado, la virtud de la confianza podría ser la que me resulta más desafiante. La confianza implica una convicción en que otros actuarán con los motivos correctos y de acuerdo con las normas morales. Dado que me cuesta confíar fácilmente, es posible que esta virtud sea la que me aleje un poco más.