Con respecto a las virtudes capitales mencionadas por Beauchamp y Childress (1997), pienso que teniendo en cuenta mi carácter y personalidad, la mas cercana es la integridad, puesto que la integridad de una persona es esa cualidad que la hace ser fiel a sí misma, a sus valores y principios, sin importar las circunstancias. Es una forma de ser que no depende de quién te esté mirando o de lo que puedas ganar con tus decisiones, sino de hacer lo que consideras correcto, incluso cuando no hay aplausos o recompensas inmediatas.
Por otro lado, considero que si bien la compasión es una virtud que poseo, me gustaría seguir trabajando en ella puesto que se relaciona con la capacidad de reconocer el sufrimiento de los demás y actuar para aliviarlo. La compasión en un médico va más allá del conocimiento técnico y la habilidad clínica; se trata de reconocer y sentir el sufrimiento del paciente y actuar con el deseo genuino de aliviar ese dolor, tanto físico como emocional. Un médico compasivo escucha con atención, valida las emociones del paciente y trata a la persona en su totalidad, no solo como un caso clínico. La compasión en la medicina es una cualidad esencial que humaniza la práctica médica, no solo curando enfermedades, sino también sanando a las personas en su totalidad. Es un componente vital en la atención médica que transforma la relación médico-paciente y tiene el poder de hacer que el proceso de sanar sea más profundo y significativo.