No Se Trata de Morir por Morir, Sino de Dejar de Sufrir
Comenzaremos definiendo a la eutanasia como “el acto deliberado de dar fin a la vida de una persona, producido por voluntad expresa de la propia persona y con el objeto de evitar un sufrimiento” y desde la perspectiva de la teoría ética individualista liberal, la eutanasia se puede defender con base en el principio central de la autonomía individual. En esta visión, cada persona tiene el derecho inalienable de tomar decisiones sobre su propia vida, lo que incluye la libertad de elegir cómo y cuándo morir; es por tanto, que la libertad individual es el valor supremo, y cualquier interferencia externa que limite esta libertad se considera una violación de los derechos fundamentales de la persona. Es por eso que una persona en pleno uso de sus facultades mentales, puede decidir que su vida ya no es deseable debido a un sufrimiento intolerable o una enfermedad terminal, ya que el individualismo liberal sostiene que ni el Estado ni la sociedad misma deberían imponer su posición y/o percepción de los que es debidamente “correcto” o “bueno” en relación con la vida de esa persona. Por tanto, respetar la autonomía y libertad significa aceptar que cada individuo tiene la capacidad y el derecho de tomar decisiones cruciales sobre su propia existencia, incluso si esas decisiones implican poner fin a su vida.
Por otro lado, la prohibición de la eutanasia podría interpretarse como una forma de paternalismo, una postura que subestima la capacidad de las personas para tomar decisiones informadas sobre su propio bienestar y en lugar de proteger a los individuos, tales restricciones legales inhiben su libertad y restringen, por tanto, su toma de decisiones al obligarlos a vivir en condiciones que ellos consideran indignas e insostenibles.
Siguiendo con la idea, podemos decir que el concepto de autonomía se relaciona con la noción de autodeterminación, es decir, la capacidad de cada persona para gobernarse a sí misma y tomar decisiones que reflejen sus valores, deseos y necesidades personales, esto incluye el derecho a decidir cuándo la vida deja de ser valiosa, deseable o mínimamente satisfactoria. La eutanasia, entonces, se presenta como una opción y posibilidad legítima para aquellos que, en situaciones de sufrimiento extremo o enfermedad terminal, consideran que su calidad de vida ha disminuido irreversiblemente y desean poner fin a su dolor de manera digna, tranquila y que le brinde descanso no solo a quien lo sufre, sino también a la familia que lo acompaña en esa lucha incurable e insostenible.
Integrantes:- Guisell Paola Pérez Polo
- Brenda Lilian Núñez Tovar
- Angélica Muñoz Acosta